Mariano Pérez Carrasco / 6 Poemas
Construcción de cenizas (Fragmentos)
I
Qué busco entre las manos?
Qué busco en el silencio
en la noche
en el hiato inexorable
de estos párpados?
Qué busco en la inútil espiral de estos días?
Incendiarme inútilmente entre las hojas del pasado?
Morir? O ser
la curva que traza la hoja en su caída?
XXVIII
Una mano que hace gestos sin palabras
Es una mano que no es
El círculo imperfecto de un pájaro en el cielo
El desorden geométrico de los techos
tejas manchas colores
en un ojo despierto que no ve
Las cosas sólo son en la visión del intelecto
Aquel vago perfume es una rosa
sólo cuando
lo comprendo y sin embargo
algo hay como una rosa antes del tacto
algo que permite el concepto
Ese algo (inmediatez amenazante del objeto
que aún no es) es el silencio
Pero ignoro el silencio cuando emerjo de él
y hablo Una vez que me separo de ese hueco
una vez que caigo
en el límite y palpo la rosa como una y
como rosa
todo mi esfuerzo apunta a regresar a ese silencio
a esa noche a ese hueco sin sombras
a ese sueño de todas las cosas
Regresar pero regresar despierto
XXXV
Estallan golondrinas en el cielo:
una imagen perfecta de morir.
Preguntemos, al modo de una hipótesis,
es decir, como un juego,
qué significa morir: no,
no la muerte tomada en sí misma,
esa ilusa persuasión de un brillo que se extingue,
ese gesto de adiós crepuscular,
preguntemos más bien
qué sería de este objeto que tengo entre mis manos,
ante quién
se abriría la persiana de mi cuarto,
o el sol a las cuatro
de la tarde prestándoles ceguera a los objetos
(libros mubles estantes) o dándole al polvo
entidad y visión, o, en todo caso,
para qué
esa danza cotidiana de insectos y de polvo,
cómo es
que tengo esta conciencia
de llevar la muerte en mí como un párpado
que se abre cuando todo lo demás se cierra.
Blancas ilusiones de la noche,
puras mariposas del atardecer.
Párpados abiertos al silencio de la tarde.
Mariposas incendiándose en el cielo: perecer.
XL
La angustia del tiempo que no pasa
La sed de los espejos
Persigo el grito miserable de la noche en mis oídos
Qué decir después de esto?
Todo el poema debe plegarse humilde a esa frase
resolverse en ella como el grito mismo que no capta
Ahora lo único que hay es esta angustia inmóvil del tiempo
y el espejo un símbolo deshecho entre mis manos
Gritar
Cómo gritar en esta página?
Cómo alzar esta voz inaudible en el río murmullo de la nada
o las horas que gimen histéricas?
Gritar es otra de las tantas
quimeras maniática desilusión
como el amor que se enciende un instante y luego estalla
calla
desvanece su presencia inalcanzable
se deshace
y es excusas el grito de una imagen en el aire
Pálida inevitable traición
Insomnio. Poema de otro tiempo (Fragmentos)
Vivir solo este tiempo habrá sido
perder toda esperanza en inútiles sollozos
condenarme a un silencio de monólogo sin sentido
Vivir sin tu rostro el desquicio de las horas
vivir solamente vivir habrá sido
padecer entre idiotas sin turno entre ebrios
sin vino o con el vino del mayor desinterés
Vivir habrá sido escribir estas rimas para nadie
un inútil artefacto del pasado
vivir entre sonámbulos que desprecio
vivir entre mujeres cuyas bocas me dan asco
vivir contigo o sin ti habrá sido
vivir para el incendio
vivir para el silencio en el que amo las palabras
vivir para el amor que he tenido y ya no tengo
vivir para buscarte y encontrarte nuevamente en el azar de las palabras
en el caos de las calles y los hombres que se odian
en el blanco desvelo en que me encuentran las mañanas
vivir
como la espuma del mar y la estela del barco
como la luz de las estrellas y todas
las imágenes que nombran los poetas
vivir habrá sido un desengaño hasta encontrarte
vivir habrá sido una caída hasta de nuevo nacer
vivir habrá sido un pecado en el que gozo en el que miento
[en el que juego a vivir y converso para más sentirme solo
habrá sido reír esta risa de idiota
dibujar sobre todas las cosas este signo de incógnita
ver los borrachos brindar con alegría a su desdicha
y romper en cada brindis las copas del pasado
vivir habrá sido solamente esperar
vivir habrá sido para mí
vivir habrá sido un hasta tanto
* * *
Entonces
qué importa
me dejaré crecer los cabellos y la barba
saludaré con la palma en alto el final del silencio y la mañana
traerá sus rosas pálidas a mi vida
dejaré
la ciudad y los escombros
el encanto sutil de la poesía
llevaré en mis manos los cuerpos cansados
de las noches y los días sin tu rostro
y todo el dolor de no estar a tu lado
volveré a la música de las flores
al llanto estéril de los pájaros
y que dios si es que existe me perdone
volveré a conversar el latín de los años
Etiquetas: Habar de Poesía No. 17, Mariano Pérez Carrasco, Poesías
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